A veces el lenguaje de los salmos es fuerte y parece anacrónico. Recuerda que fueron escritos hace miles de años y que transmiten más que conocimientos históricos o científicos, una realidad psicológica y espiritual que ayuda a las personas de todas las épocas y culturas.
El de hoy fíjate en algo real y cierto. Independientemente de lo que vean tus ojos aquí en la tierra, tu visión es limitada.
Sin embargo, los ojos del Señor, “están observando, sus pupilas observan a los seres humanos”.
Nada de lo que hagas o pienses está escondido para Dios porque El observa, mira.
Todo lo que hagas, pienses o digas hoy lo ve, lo siente y lo escucha Dios.
Actúa, piensa, y habla en consecuencia a esta sencilla y clara verdad.
Feliz jornada, hasta mañana. Bendiciones.
SALMO 10
Al Señor me acojo, ¿por qué me decís:
«Escapa como un pájaro al monte,
porque los malvados tensan el arco,
ajustan las saetas a la cuerda,
para disparar en la sombra contra los buenos?
Cuando fallan los cimientos,
¿qué podrá hacer el justo?»
Pero el Señor está en su templo santo,
el Señor tiene su trono en el cielo;
sus ojos están observando,
sus pupilas examinan a los hombres.
El Señor examina a inocentes y culpables,
y al que ama la violencia él lo odia.
Hará llover sobre los malvados ascuas y azufre,
les tocará en suerte un viento huracanado.
Porque el Señor es justo y ama la justicia:
los buenos verán su rostro.