«Andaré con rectitud de corazón», «pongo los ojos en los que son leales». Dos actitudes que el salmista tiene muy claro que son de las que te acercan a Dios, a la Paz, a la Verdad.
Que todos tus actos, pensamientos, gestos, palabras de este día, sean hechos con “rectitud de corazón”. Lejos de ti y de mí, “corazones arrogantes”, “corazones torcidos”.
Los leales son los que viven con Dios…, feliz día, paz y bien, bendiciones.
SALMO 101-100
Voy a cantar la bondad y la justicia,
para ti es mi música, Señor;
voy a explicar el camino perfecto:
¿cuándo vendrás a mí?
Andaré con rectitud de corazón
dentro de mi casa;
no pondré mis ojos
en intenciones viles.
Aborrezco al que obra mal,
no se juntará conmigo;
lejos de mí el corazón torcido,
no aprobaré al malvado.
Al que en secreto difama a su prójimo
lo haré callar;
ojos engreídos, corazones arrogantes
no los soportaré.
Pongo mis ojos en los que son leales,
ellos vivirán conmigo;
el que sigue un camino perfecto,
ése me servirá.
No habitará en mi casa
quien comete fraudes;
el que dice mentiras
no durará en mi presencia.
Cada mañana haré callar
a los hombres malvados,
para excluir de la ciudad del Señor
a todos los malhechores.