Y la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo recibió.
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio d él.
No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz.
El Verbo era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo.
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Y entonces alguien me preguntó: –Bien, ¿si Dios interviene en la historia, dónde está cuando las cosas vienen mal?
Es una pregunta que subyace constantemente en los salmos, en la Biblia, en la vida…
Pues, también se lo plantea el salmista y también ahí, está Dios, es su respuesta. El es el gran protagonista de la Historia. Está en todo y siempre envía cables, personas…, ¿estás dispuesto a recibirlos…?
Decreto: «Por delante había enviado a un hombre«.
Hasta mañana, paz y alegría.
Hoy es la fiesta de san Juan, el discípulo predilecto de Jesús, según el Evangelio, clic aquí.
Salmo 104 B
Llamó al hambre sobre aquella tierra:
cortando el sustento de pan;
por delante había enviado a un hombre,
a José, vendido como esclavo;
Le trabaron los pies con grillos,
le metieron el cuello en la argolla,
hasta que se cumplió su predicción,
y la palabra del Señor lo acreditó.
El rey lo mandó desatar,
el Señor de pueblos le abrió la prisión,
lo nombró administrador de su casa,
señor de todas sus posesiones,
para que a su gusto instruyera a los príncipes
y enseñase sabiduría a los ancianos.