Llegó la primavera.. y el verano y yo aquí renacida.., imagen de Cecilia Moraes

Entonces los discípulos fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; era como la hora décima.
Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice: «Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo)».
+++
El salmista nos habla de las obras de Dios que son “esplendor y belleza”, las de sus manos, “justicia y verdad”.
Cuatro palabras mágicas, maravillosas, extraordinarias, claves. Tenlas en cuenta si quieres caminar por la senda adecuada.
Pero el salmo aún usa otras geniales palabras; Gracias, de todo corazón, generosidad, piedad y clemencia, primicia de sabiduría…
Así también pueden ser las de los seres humanos cuando están unidos de corazón a Dios.
Decreto: Esplendor y belleza son su obra.
Buen día, bendiciones.

Salmo 110

Doy gracias al Señor de todo corazón,
en compañía de los rectos, en la asamblea.
Grandes son las obras del Señor,
dignas de estudio para los que las aman.

Esplendor y belleza son su obra,
su generosidad dura por siempre;
ha hecho maravillas memorables,
el Señor es piadoso y clemente.

Él da alimento a sus fieles;
recordando siempre su alianza;
mostró a su pueblo la fuerza de su poder,
dándoles la heredad de los gentiles.

Justicia y verdad son las obras de sus manos,
todos sus preceptos merecen confianza:
son estables para siempre jamás,
se han de cumplir con verdad y rectitud.

Envió la redención a su pueblo,
ratificó para siempre su alianza,
su nombre es sagrado y temible.

Primicia de la sabiduría es el temor del Señor,
tienen buen juicio los que lo practican;
la alabanza del Señor dura por siempre.

***

¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete

Quizás te interese también,

Jesús no es Colonizador

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *