¿Alguna vez ha amanecido el día sin que hayas podido dormir bien? ¿Te adelantaste a la aurora?
No temas, no te preocupe por ello, quizás te están llamando a que invoques a Dios con todo el corazón. Dios te responderá. Hermoso el salmo.
Te propongo repetir este mantra-jaculatoria: «Te invoco de todo corazón, oh Dios«.
Feliz jornada delante de la aurora. Paz y bien.
SALMO 118, 145-152 (Qôf)
Mis ojos se adelantan a las vigilias,
Te invoco de todo corazón:
respóndeme, Señor, y guardaré tus leyes;
a ti grito: sálvame,
y cumpliré tus decretos;
me adelanto a la aurora pidiendo auxilio,
esperando tus palabras.
meditando tu promesa;
escucha mi voz por tu misericordia,
con tus mandamientos dame vida;
ya se acercan mis inicuos perseguidores,
están lejos de tu voluntad.
Tú, Señor, estás cerca,
y todos tus mandatos son estables;
hace tiempo comprendí que tus preceptos
los fundaste para siempre.