En aquel tiempo, Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del mar y lo siguió una gran muchedumbre de Galilea.
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Aprender y comprender: una mente abierta en la vida espiritual Continuamos con el Salmo 118, explorando nueva estrofa 7+1 (7+1 haz clic aquí). En la vida espiritual, es esencial mantener una mente abierta y un corazón dispuesto, porque cada día, cada hora, cada instante, es una oportunidad para aprender y crecer. Quien se cierra a nuevas enseñanzas solo puede transitar caminos limitados por sus propias creencias.
En algunos ambientes, se ha vuelto común responder con un «yo sé, yo sé, yo sé…» cuando alguien intenta compartir una enseñanza o consejo. Sin embargo, esta actitud puede ser una barrera que impide recibir la sabiduría que Dios quiere darnos. Cuando nos cerramos, es probable que rechacemos incluso las verdades más profundas.
Deja que Dios te tome de la mano; Él te guiará y te mostrará cosas que ni siquiera podrías haber imaginado. Solo con humildad y disposición podemos recibir Su luz y caminar en Su voluntad.
Afirmación: Muéstrame Señor, el Camino de tus Mandatos
o también: Enséñame a cumplir tu Voluntad
o: Encamíname por la senda de tus mandatos
Paz y bien.
Que este día esté lleno de bendiciones y de la alegría que viene de aprender y crecer en el amor de Dios. ¡Pasa un feliz día!
Salmo 118 H
He
Muéstrame, Señor,
el camino de tus estatutos
y lo seguiré hasta el final.
Enséñame a cumplir tu voluntad
y a observarla de todo corazón.
Encamíname por la senda de tus mandatos,
porque en ella me deleito.
Inclina mi corazón hacia tus preceptos
y no a ganancias injustas.
No dejes que mis ojos se fijen en la mentira,
reanímame en tu camino.
Mantén a tu siervo la promesa
porque te reverencio de verdad.
Aleja el ultraje que me aterra;
pues tus mandamientos son buenos.
Mira cómo deseo tus decretos;
con tu justicia dame vida.
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