En aquel tiempo, Jesús dijo al gentío: – «El que tenga oídos para oír, que oiga»
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«Mis ojos se adelantan a las vigilias…» …, «me adelanto a la aurora pidiendo auxilio»
Levántate antes de la aurora y haz una oración de todo corazón y empieza tu jornada, haz la prueba. Te aseguro que da resultado. El día toma otro color y otro calor.
Recibe el sol de cada día con una oración hecha desde el corazón.
Recibe la luz del sol cada mañana con el corazón abierto.
Algunos lo han descubierto leyendo un libro: Mañanas Milagrosas.
Te propongo que repitas hoy este mantra: ¡Señor, te invoco de todo corazón, respóndeme!
o este otro: Tú, oh Dios, estás cerca.
o éste: Me adelanto a la aurora pidiendo auxilio.
Hasta mañana, paz y bien.
Salmo 118 XVI
Q
Te invoco de todo corazón:
respóndeme, Señor, y guardaré tus leyes;
a ti grito: sálvame,
y cumpliré tus decretos;
me adelanto a la aurora pidiendo auxilio,
esperando tus palabras.
Mis ojos se adelantan a las vigilias,
meditando tu promesa;
Escucha mi voz por tu misericordia,
con tus mandamientos dame vida;
ya se acercan mis inicuos perseguidores,
están lejos de tu voluntad.
Tú, Señor, estás cerca,
y todos tus mandatos son estables;
hace tiempo comprendí que tus preceptos
los fundaste para siempre.
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