Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó junto al lago. Y acudió a él tanta gente que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y la gente quedó de pie en la orilla.
+++
Ten buenos deseos. Desea bien. Bendice no maldigas.
Lo que siembras cosechas, es así de sencillo y fácil.
No lo son todo, pero sin buenos deseos, no haya nada. Así se cimienta la ciudad santa de Jerusalén, la ciudad santa, tu Sagrario interior, tu corazón.
Paz y Alegría son sus frutos, léelo en el salmo que es un canto hermoso a la Paz, a la Alegría, a la ciudad santa Jerusalén.
Hablamos por supuesto, de Jerusalén, –como Ciudad Mística, no terrena–, Ciudad de Paz y Alegría. Este es otro «Cántico de Ascenso» que expresa una profunda alegría y devoción hacia Jerusalén, la ciudad santa y el centro espiritual de Israel
Jaculatoria: Desead la Paz;
Otra: Paz y Alegría para Jerusalén.
Paz y bien, buen día de siembra.
Escúchalo:
Salmo 121
¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor-Adonai»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.
Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor-Adonai,
según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David.
Desead la paz a Jerusalén:
«Vivan seguros los que te aman,
haya paz dentro de tus muros,
seguridad en tus palacios».
Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir: «La paz contigo».
Por la casa del Señor-Adonai, nuestro Dios,
te deseo todo bien.
***
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete
También te puede interesar, ¿Cómo es la siembra y el desarrollo del Bambú Japonés?