Imagen de tookapic en Pixabay

En aquel tiempo, Jesús levantó los ojos al cielo y dijo: «Padre, ha llegado la hora.
+++
Lindo y breve salmo. Los ojos son reflejo del alma. ¿Hacia dónde miras? ¿Cómo miras? ¿Ves los ojos de las personas?
¿Miras hacia el suelo o miras hacia el cielo?
Solo el que es capaz de mirar al cielo puede llegar a descubrir la misericordia de Dios en su corazón y en el de los demás seres humanos.
Mantra: «A ti levanto mis ojos«.
Hasta mañana, paz y bien.

Salmo 122

A ti levanto mis ojos,
a ti que habitas en el cielo.
Como están los ojos de los esclavos
fijos en las manos de sus señores,

como están los ojos de la esclava
fijos en las manos de su señora,
así están nuestros ojos
en el Señor, Dios nuestro,
esperando su misericordia.

Misericordia, Señor, misericordia,
que estamos saciados de desprecios;
nuestra alma está saciada
del sarcasmo de los satisfechos,
del desprecio de los orgullosos.

***

¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete

Quizás te interese también,

Día Primero: El Espíritu Santo guía a San Antonio

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *