Imagen de Esteban Verellén

En el mundo del espíritu solo no se puede, solo no. Tampoco en la vida material pero si cabe es más claro en el de la mística.
Las batallas internas y externas que se nos plantean son demasiado para una persona que confía solo en sus fuerzas. Uno aprende a caminar en brazos del Creador del Cielo y la Tierra.
Jaculatoria- mantra- decreto: «Nuestro auxilio es el Nombre del Señor que hizo el Cielo y la tierra«.
Paz y bien, bendiciones.

Salmo 123

Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte
– que lo diga Israel -,
si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,
cuando nos asaltaban los hombres,
nos habrían tragado vivos:
tanto ardía su ira contra nosotros.

Nos habrán arrollado las aguas,
llegándonos el torrente hasta el cuello;
nos habrían llegado hasta el cuello
las aguas espumantes.

Bendito el Señor, que no nos entregó
como presa a sus dientes;
hemos salvado la vida como un pájaro
de la trampa del cazador:
la trampa se rompió y escapamos.

Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo cielo y la tierra.

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