Yendo hacia Clorinda, Argentina, el cielo saluda imagen, de de Wanda Schmocker

En aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo: «Si alguno viene a mí y no pospone a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío.
+++
Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra
.
Solos no podemos –recién recibo en el WhatsApp– a veces me siento solo y así no puedo, solos nos podemos.
Y es verdad. Solos –crecer espiritualmente, cargar con nuestra «cruz de cada día»– no podemos, pero con el que hizo el cielo y la tierra, ¡sí podemos! Eso es la fe, ¡sí, se puede!
Te propongo para este día la siguiente jaculatoria del salmo: Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra.
Hasta mañana, bendiciones.

Escúchalo:

Salmo 123

Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte
– que lo diga Israel -,
si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,
cuando nos asaltaban los hombres,
nos habrían tragado vivos:
tanto ardía su ira contra nosotros.

Nos habrán arrollado las aguas,
llegándonos el torrente hasta el cuello;
nos habrían llegado hasta el cuello
las aguas espumantes.

Bendito el Señor, que no nos entregó
como presa a sus dientes;
hemos salvado la vida como un pájaro
de la trampa del cazador:
la trampa se rompió y escapamos.

Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo cielo y la tierra.

***

¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete

Quizás te interese también,

¿Qué nos mantiene felices?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *