
En esa espera por algo que nos llena el corazón, hay como varios estados. Ya en este último el grito es desde lo más hondo de uno mismo. Desde el alma, desde el espíritu es la esperanza que anhelamos y la respuesta es tan profunda que solo puede ser desde el espíritu, desde el alma. Lo que celebramos esta noche se entiende desde el corazón, desde lo hondo, desde el alma… o no se entiende. Feliz Nochebuena, bendiciones
SALMO 130 129
Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica.
Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto.
Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora.
Aguarde Israel al Señor,
como el centinela la aurora;
porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
y él redimirá a Israel
de todos sus delitos.