Foto Ruth Dacunda
Puesta de sol, río Paraná, imagen de Ruth Dacunda

Jesús respondió:  Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.
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Ya sabes por lo que hemos dicho ayer que el verdadero templo de Dios es tu corazón.
Ahora bien, hay que ser buen anfitrión, ser consciente de quién vive en él. Dios ha elegido a Sión, ha elegido ese lugar para permanecer en él, no lo pierdas de vista. Eres un elegido. Tenlo en cuenta, tenlo presente, sé consciente de quién eres y vive cómo tal. Eres un Elegido, estás bendecido.
Afirmación: «Enciendo una lámpara para mi Ungido«.
Paz y bien, buen día amigo-a.

Salmo 131 B

El Señor ha jurado a David
una promesa que no retractará:
«a uno de tu linaje
pondré sobre tu trono.

Si tus hijos guardan mi alianza
y los mandamientos que les enseño,
también sus hijos, por siempre,
se sentarán sobre tu trono.»

Porque el Señor ha elegido a Sión,
ha deseado vivir en ella:
«Esta es mi mansión por siempre,
aquí viviré, porque la deseo.

Bendeciré sus provisiones,
a sus pobres los saciaré de pan;
vestiré a sus sacerdotes de gala,
y sus fieles aclamarán con vítores.

Haré germinar el vigor de David,
enciendo una lámpara para mi Ungido.
A sus enemigos los vestiré de ignominia,
sobre él brillará mi diadema.»

***

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One thought on “Salmo 131 B, enciendo una lámpara, cuatro de septiembre

  1. ¡Qué hermoso saber que no somos un número perdido, impersonal,en el planeta tierra! P. Gumer, gracias por ayudarnos a descubrirlo cada día.

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