En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol dañado dar frutos buenos. El árbol que no da fruto bueno se tala y se echa al fuego. Es decir, que por sus frutos los conoceréis».
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Este salmo es una exhortación a la alabanza y la adoración a Dios, destacando el acto de bendecir al Señor como una respuesta a su grandeza y poder. Es un llamado a reconocer a Dios como el Creador y a buscar su bendición desde el lugar de su presencia.
Salmo jugoso y breve.
El místico está siempre conectado a la Fuente, incluso durante la noche y el sueño…
Levanta las manos para orar y no dejes nunca de conectarte con la Fuente del Amor.
Cuando hagas la Afirmación de hoy físicamente levanta las manos y di:
«¡Levantad las manos … y bendecid al Señor!«.
Hasta mañana, bendiciones, paz y alegría.
Salmo 133
Y ahora bendecid al Señor,
los siervos del Señor,
los que pasáis la noche
en la casa del Señor:
Levantad las manos hacia el santuario,
y bendecid al Señor.
El Señor te bendiga desde Sión:
el que hizo el cielo y tierra.
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