Es la segunda parte del Salmo de ayer; recuerden la historia tiene muchas interpretaciones. Hay un dicho popular que se repite con frecuencia: «La historia de las guerras la escriben los triunfadores«.
Pues bien, el salmista mira la historia de su Pueblo y la interpreta.
¿Ya tienes alguna historia en tus años de vida?.
¿Y cómo la interpretas? ¿A qué conclusión llegas?
Fíjate a la que llega el salmista. Compara. Analiza.
Afirmación- mantra que te propongo para hoy: ¡Bendecid!
Es decir, si la miras bien, a tu historia, solo podrás hacer eso, bendecir.
Si la miras mal….mmm ¿no sé qué harás? ¡Tú verás!
Paz y Alegría. Hasta mañana
Salmo 134 B
Señor, tu nombre es eterno;
Señor, tu recuerdo de edad en edad.
Porque el Señor gobierna a su pueblo
y se complace de sus siervos.
Los ídolos de los gentiles son oro y plata,
hechura de manos humanas:
tienen boca y no hablan,
tienen ojos y no ven,
tienen orejas y no oyen,
no hay aliento en sus bocas.
Sean lo mismo los que los hacen,
cuantos confían en ellos.
Casa de Israel, bendice al Señor;
casa de Aarón, bendice al Señor;
casa de Leví, bendice al Señor;
fieles del Señor, bendecid al Señor.
Bendito en Sión el Señor,
que habita en Jerusalén.
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