Sierra O Caurel, imagen de Francisco X Castro Miramontes ofm


“Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?”. Él les replicará: “En verdad os digo: lo que no hicisteis con uno de estos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo”.
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Este salmo, –como otros– concluye con un canto de alabanza. El salmista se siente en una encerrona. Entonces eleva su vista, su cabeza, porque es el único camino que le queda abierto, la única salida. Sí amigo, amiga es nuestro único camino abierto para el ser humano: la senda de la mística y la espiritualidad, del encuentro contigo mismo.
Al final, –como en el salmo de hoy–, te brotará un canto de alabanza.
Afirmación para hoy: Daré Gracias
o también: Tú eres mi Refugio
Feliz día, bendiciones.

Salmo 141

A voz en grito clamo al Señor,
a voz en grito suplico al Señor;
desahogo ante él mis afanes,
expongo ante él mi angustia,
mientras me va faltando el aliento.

Pero tú conoces mis senderos,
y que en el camino por donde avanzo
me ha escondido una trampa.

Me vuelvo a la derecha y miro:
nadie me hace caso;
no tengo a donde huir,
nadie mira por mi vida.

A ti grito, Señor;
te digo: «Tú eres mi refugio
y mi heredad en el país de la vida.»

Atiende a mis clamores,
que estoy agotado;
líbrame de mis perseguidores,
que son más fuertes que yo.

Sácame de la prisión,
y daré gracias a tu nombre:
me rodearan los justos
cuando me devuelvan tu favor.

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