Imagen Lucía Carnevali

El ser humano pasa por momentos difíciles…, ¿y entonces qué hacer?
Dice el salmista, «extiendo mis manos hacia ti» o también, «levanto mi alma a ti«. Extiendo y levanto.
Hay muchas expresiones hermosas en el salmo de hoy.
Jaculatoria- Decreto- Mantra- Afirmación: «Por tu clemencia, sáname de la angustia«.
También: «En la mañana hazme escuchar tu gracia«.
O; «Enséñame a cumplir tu voluntad«.
Paz y bien. Hasta mañana.

Salmo 142

Señor, escucha mi oración;
tú que eres fiel, atiende a mi súplica;
tú que eres justo, escúchame.
No llames a juicio a tu siervo,
pues ningún hombre vivo es inocente frente a ti.

El enemigo me persigue a muerte,
empuja mi vida al sepulcro,
me confina a las tinieblas
como a los muertos ya olvidados.
Mi aliento desfallece,
mi corazón dentro de mí está yerto.

Recuerdo los tiempos antiguos,
medito todas tus acciones,
considero las obras de tus manos
y extiendo mis brazos hacia ti:
tengo sed ti como tierra reseca.

Escúchame enseguida, Señor,
que me falta el aliento.
No me escondas tu rostro,
igual que a los que bajan a la fosa.

En la mañana hazme escuchar tu gracia,
ya que confío en ti;
indícame el camino que he de seguir,
pues levanto mi alma a ti.

Líbrame del enemigo, Señor,
que me refugio en ti.
Enséñame a cumplir tu voluntad,
ya que tú eres mi Dios.
Tu espíritu, que es bueno,
me guíe por tierra llana.

Por tu nombre, Señor, consérvame vivo;
por tu clemencia, sáname de la angustia.

¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *