Amanece en Bella Vista, Uruguay. Imagen de Laura Lissa Borello

Jesús dijo: «El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca lo bueno, y el malo, del malo saca lo malo. Porque de lo que rebosa el corazón habla su boca.»
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Continuamos con el mismo salmo de ayer. La experiencia del salmista en su trato con Dios es muy rica y profunda.
La bondad de Dios –de la que hablábamos ayer– se manifiesta de múltiples formas: es fiel a su palabra, es bueno en todas sus acciones, endereza a los que se doblan, es justo, sacia de favores…
Te propongo este mantra: » El Señor es fiel a sus palabras, es bondadoso en todas sus acciones«.
Paz y Bien

Salmo 144 B

El Señor es fiel a sus palabras,
bondadoso en todas sus acciones.
El Señor sostiene a los que van a caer,
endereza a los que ya se doblan.

Los ojos de todos te están aguardando,
tú les das la comida a su tiempo;
abres tú la mano,
y sacias de favores a todo viviente.

El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones;
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente.

Satisface los deseos de sus fieles,
escucha sus gritos, y los salva.
El Señor guarda a los que lo aman,
pero destruye a los malvados.

Pronuncie mi boca la alabanza del Señor,
todo viviente bendiga su santo nombre
por siempre jamás.

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