Jerusalén símbolo de la ciudad bendecida por Dios está protegida y ha reforzado los cerrojos de sus puertas. Los hijos de Jerusalén que viven en ella están bendecidos y su don es la paz.
Tenemos que estar atentos, reforzar los cerrojos de las distintas puertas por las que pueden entrar en el santuario donde tenemos todas esas riquezas y más, para que no entren y nos destruyan.
Que pases un excelente día de paz, es decir, de bienestar y paz. Cierra las puertas no dejes entrar a ladrones que te roben tus tesoros.
Hasta mañana. Bendiciones
SALMO 148-147 II
Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión:
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti;
ha puesto paz en tus fronteras,
te sacia con flor de harina.
Él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz;
manda la nieve como lana,
esparce la escarcha como ceniza;
hace caer el hielo como migajas
y con el frío congela las aguas;
envía una orden, y se derriten;
sopla su aliento, y corren.
Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos.