San Carlos de Bariloche Ar, imagen de Alejandro Vaccari

Entonces Jesús les dijo: «Sea vuestro lenguaje: «Sí, sí»; «no, no«.
+++
El último salmo es un canto:  ¡Aleluya!
Alabanza a Dios, ¡Aleluya!, es el canto continuo de la oración, sin ese canto no hay verdadera oración.
Canta, baila, salta de gozo ante la grandeza, ante la misericordia, ante el amor…, es lo que nos hace más humanos…, más divinos.
El que se descubre como auténtico hijo-a de Dios, no deja de cantar ¡aleluyas!, alabanzas.
Jaculatoria- Decreto: ¡Alabad al Señor, Aleluya!
Paz y bien

Salmo 150

[¡Aleluya!]
Alabad al Señor en su templo,
alabadlo en su fuerte firmamento.

Alabadlo por sus obras magníficas,
alabadlo por su inmensa grandeza.

Alabadlo tocando trompetas,
alabadlo con arpas y cítaras,

alabadlo con tambores y danzas,
alabadlo con trompas y flautas,

alabadlo con platillos sonoros,
alabadlo con platillos vibrantes.

Todo ser que alienta alabe al Señor.
[¡Aleluya!]

+++

¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete

También te puede interesar,

Desde San Benito do Marañao. Orden, Armonía y Sencillez

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *