Jesús les respondió: «No estoy solo, porque el Padre está conmigo».
+++
Escúchalo o léelo
+++
A nivel espiritual, para el salmista la Ley y la Palabra de Yhavé, eran como el Sol, que iluminan la vida del pueblo peregrino. Si en la primera parte Dios se manifestaba en el Sol, en esta segunda parte del Salmo Dios se manifiesta en su Palabra, que en la Torah, la Ley de Yhavé llega a descubrirse como «clara y que da luz a los ojos«.
Este pasaje resalta la perfección y pureza de la ley del Señor, destacando su capacidad para transformar el corazón humano. La ley divina no solo proporciona sabiduría y claridad, sino que también trae alegría y renovación espiritual. Los mandamientos de Dios son valiosos y agradables, más preciosos que el oro y más dulces que la miel, indicando su poder transformador. Además, el texto revela la humildad del creyente, que reconoce sus faltas y busca ser purificado y protegido del orgullo, para vivir en integridad ante Dios.
Hermosa jaculatoria para repetir hoy:
«La instrucción del Señor (Adonai) da luz a los ojos«.
Paz y Bien. Bendiciones.
Salmo 18 II
La ley del Señor es perfecta:
devuelve el aliento;
el precepto del Señor es verdadero:
da sabiduría al ignorante;
Los mandatos del Señor son rectos:
alegran el corazón;
la instrucción del Señor es clara:
da luz a los ojos;
El respeto del Señor es puro:
dura para siempre;
los mandamientos del Señor son verdaderos:
justos sin excepción;
Son más valiosos que el oro,
que el metal más fino;
son más dulces que la miel que destila un panal.
Aunque tu servidor se alumbra con ellos
y guardarlos trae gran recompensa,
¿quién se da cuenta de sus propios errores?
Purifícame de culpas ocultas;
del orgullo protege a tu servidor,
para que no me domine.
Entonces seré irreprochable
e inocente de grave pecado.
Que te agraden las palabras de mi boca,
que te plazca el susurro de mi corazón,
¡Señor, Roca mía, Redentor mío!
***
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete
Te puede interesar también, ¿cómo gestionas tu tiempo? o si quieres ¿cómo calmar tus emociones? en el segundo enlace,
Señor… en Vos confío!