salmo 22, el señor es mi pastor, gumersindo meirino
Colibrí. Imagen de Ruth Dacunda.

Jesús lo oyó y dijo: «No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa «misericordia quiero y no sacrificios»: que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.»
+++
Si has escuchado alguna palabra de aliento, de consuelo, de ánimo, de fortaleza, una palabra constructiva, positiva, esperanzadora…, –como el ánimo del salmo de ayer– todo eso lo puedes encontrar en este salmo. Esponja el alma, la revive, le da un nuevo brío.
Te propongo esta maravillosa jaculatoria para el día de hoy: «Nada me falta«.
o esta otra: «Me unges la cabeza con perfume».
Paz y bien. Bendiciones

Salmo 22

El Señor es mi Pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;

m conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas;
me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.

Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan.

Preparas una mesa ante mí
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *