En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud»
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El salmo de hoy esponja el alma, da paz y serenidad. Es recomendable tenerlo como oración de cabecera. A muchos le ha servido de referencia. Muchos, me refiero, desde hace más de tres mil años.
Tiene varios mensajes que alientan, te propongo uno para hoy –tú elige libremente el que quieras– Tu bondad, y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida.
Paz y bien. Bendiciones.
Escúchalo:
Salmo 22
El Señor es mi Pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
m conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas;
me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan.
Preparas una mesa ante mí
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término.