Seguimos viendo quiénes son los que entran en el Templo de Dios, como en el Salmo de ayer. Solo Dios es digno de entrar en el Templo porque suyos son la tierra y cuanto la llena…, pero nosotros somos hijos de Dios, que entramos detrás del Padre de su mano, pero para ello, dice el salmista, manos limpias y puro corazón…, ese recibirá la bendición de Dios…. Ama el templo de tu cuerpo, cuídalo. La tierra también es Templo de Dios, cuídalo. Bendiciones, hasta mañana.
Salmo 24 (23)
Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el mundo y todos sus habitantes,
porque él la fundó sobre los mares,
él la asentó sobre los ríos.
–¿Quién puede subir al monte del Señor?,
¿quién puede estar en el recinto sagrado?
–El de manos inocentes y corazón puro,
que no suspira por los ídolos ni jura en falso.
Ése recibirá del Señor la bendición
y el favor de Dios su Salvador.
–Ésta es la generación que busca al Señor;
que viene a visitarte, Dios de Jacob.
–¡Portones, alcen los dinteles!
levántense, puertas eternales,
y que entre el Rey de la Gloria.
–¿Quién es ese Rey de la Gloria?
–El Señor, héroe valeroso,
el Señor, héroe de la guerra.
–¡Portones, alcen los dinteles!
levántense puertas eternales,
y que entre el Rey de la Gloria.
–¿Quién es el Rey de la Gloria?
–El Señor Todopoderoso,
él es el Rey de la Gloria.