Roc de San Gaietá, imagen Mari Carmen Vázquez

La naturaleza y la historia son proyecto de Dios. Todo surge, según el salmista del poder de la palabra de Dios, así sucede con la creación: cielo, tierra y mares. En la historia existe una lucha entre el «proyecto» de Dios y el plan de los pueblos; pero el final el proyecto de Dios subsiste, mientras que el de los hombres…porque lo decisivo en este proyecto lo veremos mañana en la segunda parte de este salmo.
Mantra- Decreto- Jaculatoria: Los planes de Adonai (el Señor) subsisten por siempre.

Salmo 32 A 

Aclamad, justos, al Señor,
que merece la alabanza de los buenos.

Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas;
cantadle un cántico nuevo,
acompañando los vítores con bordones:

que la palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra.

La palabra del Señor hizo el cielo;
el aliento de su boca, sus ejércitos;
encierra en un odre las aguas marinas,
mete en un depósito el océano.

Tema al Señor la tierra entera,
tiemblen ante él los habitantes del orbe:
porque él lo dijo, y existió,
él lo mandó, y surgió.

El Señor deshace los planes de las naciones,
frustra los proyectos de los pueblos;
pero el plan del Señor subsiste por siempre,
los proyectos de su corazón, de edad en edad.

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