Bahía Carayá (reserva natural) en Ituzaingó, imagen de Adriana Virgilio

Salmo alfabético que vamos a dividir en dos partes para poder saborearlo en el corazón.
En la primera  se alaba y agradece a Dios por todo lo que ha hecho porque «este pobre clamó y el Señor le escuchó».
Cuando otros pasen por una experiencia similar descubrirán que Dios en persona está a su lado. El respeto a la voluntad Dios conlleva la abundancia divina.
Mantra 1:»El ángel del Señor acampa en torno a sus fieles…»
Mantra 2: «el Señor (Adonai) lo escuchó, liberándolo de todas sus angustias«.
Da paz al corazón. Bendiciones.

Salmo 33 A

A     Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca.
B    Y me siento orgulloso del Señor:
que lo escuchen los humildes y se alegren.

C    Glorifiquen conmigo al Señor,
todos juntos alabemos su Nombre.
D    Consulté al Señor y me respondió
librándome de todos mis temores.

H    Mírenlo y quedarán radiantes,
sus rostros no se sonrojarán.
Z    Este pobre clamó y el Señor lo escuchó,
liberándolo de todas sus angustias.

H    El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles y los protege.
T    Gusten y vean qué bueno es el Señor:
¡Feliz quien se refugia en él!

Y    Respeten al Señor sus consagrados,
que nada les falta a quienes lo respetan.
K    Los ricos se empobrecen y pasan hambre,
los que buscan al Señor no carecen de bienes.

L    Vengan, hijos, escúchenme:
les enseñaré a respetar al Señor.

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