Lugano lago
Lugano lago, imagen deoao.org

En aquel tiempo, llamó Jesús de nuevo a la gente y les dijo: «Escuchad y entended todos: Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre. El que tenga oídos para oír, que oiga.»
+++
Otro salmo en el que vuelven a aparecer «los enemigos». En esta primera parte, hay muchos aspectos, fuertes, duros. Te recomiendo que cuando pases estas circunstancias o parecidas, o en cualquier momento, tengas en cuenta lo que el salmista recomienda dos veces: ¡No te enojes! ¡No envidies!
Nunca hay motivo suficiente para enojarse. No lo olvides, encomienda tu camino a Dios y no te enojes. Bendiciones, hasta mañana.

Léelo o escúchalo:

Salmo 36 A

No te exasperes por los malvados,
no envidies a los que obran el mal:
se secarán pronto, como la hierba,
como el césped verde se agostarán.

Confía en el Señor y haz el bien,
habita tu tierra y practica la lealtad;
sea el Señor tu delicia,
y él te dará lo que pide tu corazón.

Encomienda tu camino al Señor,
confía en él, y él actuará:
hará brillar tu justicia como el amanecer;
tu derecho, como el mediodía.

Descansa en el Señor y espera en él,
no te exasperes por el hombre que triunfa
empleando la intriga:

cohibe la ira, reprime el coraje,
no te exasperes, no sea que obres mal;
porque los que obran mal son excluidos,
pero los que esperan en el Señor poseerán la tierra.

Aguarda un momento: desapareció el malvado,
fíjate en su sitio: ya no está;
en cambio, los sufridos poseen la tierra
y disfrutan de paz abundante.

***

¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!

También te puede interesar

Día Internacional del niño. 20 de noviembre

One thought on “Salmo 36 A, no te enojes no envidies, veinte de noviembre

  1. Entiendo que la fé mueve montañas y que es el camino como dice el salmo para no enojarse. Sin embargo no puedo dejar de pensar que, somos seres humanos y que el enojo como emoción a veces nos sobrepasa, comprendo que son en estos momentos donde debemos prestar atención y orar para que no quedar envueltos en la ira, pero como lo dije antes somos humanos y aprender a fuerza de errores está en nuestra naturaleza. Compatibilizar nuestra fé junto con nuestras emociones, es el desafío a seguir que nos propone el salmo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *