Entonces Jesús dijo a sus discípulos: «Y vosotros, ¿quién dicen que soy?». Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo».
***
Ayer miramos el pasado glorioso del pueblo de Israel. Hoy observamos el presente del pueblo. El salmista recuerda que está en el exilio, en una situación horrorosa. Si en el pasado Dios actuaba, también es El en el presente el que actúa pero «rechazándonos y entregándonos en manos del enemigo». Somos nosotros quienes pagamos el precio de nuestras acciones: burlas, afrentas, vergüenza….
La respuesta a esta situación tan triste en el HOY, vendrá con la tercera parte del salmo, totalmente inesperada.
Ahora sólo te- me hago una pregunta…, que puede ser liberadora: ¿aceptas el presente …, tal cuál es….?
Decreto: ¡Ahora.!.., ¡acepto!
Hasta mañana, bendiciones.
Léelo- Escúchalo:
Salmo 43 B
Ahora,
en cambio, nos rechazas y nos avergüenzas,
y ya no sales, Señor, con nuestras tropas:
nos haces retroceder ante el enemigo,
y nuestro adversario nos saquea.
Nos entregas como ovejas a la matanza
y nos has dispersado por las naciones;
vendes a tu pueblo por nada,
no lo tasas muy alto.
Nos haces el escarnio de nuestros vecinos,
irrisión y burla de los que nos rodean;
nos has hecho el refrán de los gentiles,
nos hacen muecas las naciones.
Tengo siempre delante mi deshonra,
y la vergüenza me cubre la cara
al oír insultos e injurias,
al ver a mi rival y a mi enemigo.
***
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!