La casa se impregnó con la fragancia del perfume. Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dijo: «¿Por qué no se vendió este perfume en trescientos denarios para dárselos a los pobres?«.
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Escribe Bernardo de Claraval: Os he hablado ya de dos perfumes espirituales: el de la contrición…, y hay también el de la devoción,… Pero hay un perfume que va mucho más allá de estos dos; lo llamaré el perfume de la compasión.
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A las personas se les conoce más por el perfume que dejan y derraman a su paso, que por lo que dicen o hacen. Hoy es Lunes Santo.
La maldad es fuerte: son serpientes, veneno, víboras sordas, animal seductor …, el Bien, en ocasiones, en este planeta, tiene que enfrentarse al Mal, cara a cara, sin miedo, con valentía y coraje…pidiendo a Dios que intervenga…
Fuerte el Salmo. Pisotea, sin piedad, la maldad que puede haber en tu corazón: odio, venganza, tristeza, rencor…,
Decreto: El honrado cosecha su fruto.
Paz y bien, hasta mañana.
Salmo 57
Oración indignada del justo
¿Es verdad, poderosos, que dais sentencias justas,
que juzgáis rectamente a los hombres?
¡No! Que ya por dentro cometéis la injusticia
y calculáis qué violencia ejecutar en la tierra.
Se extravían los malvados desde el vientre materno,
los mentirosos se pervierten desde que nacen:
Llevan veneno como las serpientes,
son víboras sordas que cierran el oído
para no oír la voz del encantador experto en echar conjuros.
Oh Dios, rómpeles los dientes en la boca,
quiebra, Señor, los colmillos a los leones;
que se derritan como agua que se escurre,
que se marchiten como hierba pisoteada;
sean como babosa que se deslíe al andar,
como aborto que no llega a ver el sol.
Que los arrebaten desprevenidos las breñas,
las fieras, el incendio.
Y goce el honrado viendo la venganza,
bañe sus pies en la sangre de los malvados;
Y comenten los hombres: «El honrado cosecha su fruto,
porque hay un Dios que hace justicia en la tierra».
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