¿Cómo se puede llegar a vivir sin agua? El que conoce a Dios, cuando lo pierde, cuando se desorienta y no lo encuentra se siente así, sediento, en el desierto, viviendo sin agua…
Puedes repetir este mantra-jaculatoria, tomado del salmo: «Mi alma está sedienta de ti, Dios mío»
Hoy fiesta de San Ignacio de Loyola, el peregrino sediento, el peregrino del discernimiento, fundador de los jesuitas. Si quieres conocerlo e incluso ver una película sobre su vida, puedes hacer clic aquí. Hasta mañana, bendiciones.
SALMO 63-62
Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti,
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
[Pero los que buscan mi perdición
bajarán a lo profundo de la tierra;
serán entregados a la espada,
y echados como pasto a las raposas.
Y el rey se alegrará con Dios,
se felicitarán los que juran por su nombre,
cuando tapen la boca a los traidores.]