Uno le preguntó: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?». Él les dijo: «Esforzaos en entrar por la puerta estrecha, pues os digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta diciendo: “Señor, ábrenos”; pero él os dirá: “No sé quiénes sois”.
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La ancianidad llega para todos. Hay un tiempo de niño, un tiempo de juventud, un tiempo de madurez y uno de ancianidad. Y no todos recorren todas las etapas. Llegar a la ancianidad no es casualidad, si no que es por algún motivo oculto a la mente, que no al espíritu. Cada etapa tiene su aprendizaje, sus valores y sus pruebas.
En cualquier caso, has recibido instrucción desde la juventud, estáte atento para que todo lo que vives sea un «aprendizaje por comprensión y no por sufrimiento«. Bajo la espada de Miguel arcángel, que significa Quién Como Tú, y que se cita en este salmo.
Jaculatoria: Me instruiste desde mi juventud.
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La ancianidad llega para todos. Hay un tiempo de niño, un tiempo de juventud, un tiempo de madurez y uno de ancianidad. Y no todos recorren todas las etapas. Llegar a la ancianidad no es casualidad, si no que es por algún motivo oculto a la mente, que no al espíritu. Cada etapa tiene su aprendizaje, sus valores y sus pruebas.
En cualquier caso, has recibido instrucción desde la juventud, estáte atento para que todo lo que vives sea un «aprendizaje por comprensión y no por sufrimiento«. Bajo la espada de Miguel arcángel, que significa Quién Como Tú, y que se cita en este salmo.
Jaculatoria: Me instruiste desde mi juventud.
Paz y Bien Paz y Alegría
Salmo 70 B
Yo, en cambio, seguiré esperando, redoblaré tus alabanzas;
mi boca contará tu auxilio, y todo el día tu salvación.
mi boca contará tu auxilio, y todo el día tu salvación.
Proclamaré tus proezas,Señor mío,
narraré tu victoria, tuya entera.
narraré tu victoria, tuya entera.
Dios mío, me instruiste desde mi juventud,
y hasta hoy relato tus maravillas;
ahora, en la vejez y las canas, no me abandones, Dios mío,
y hasta hoy relato tus maravillas;
ahora, en la vejez y las canas, no me abandones, Dios mío,
hasta que describa tu brazo a la nueva generación,
tus proezas y tus victorias excelsas, l
as hazañas que realizaste: Dios mío, ¿quién como tú?
tus proezas y tus victorias excelsas, l
as hazañas que realizaste: Dios mío, ¿quién como tú?
Me hiciste pasar por peligros muchos y graves:
de nuevo me darás la vida, me harás subir de lo hondo de la tierra;
de nuevo me darás la vida, me harás subir de lo hondo de la tierra;
acrecerás mi dignidad, de nuevo me consolarás;
y yo te daré gracias, Dios mío, con el arpa, por tu lealtad;
y yo te daré gracias, Dios mío, con el arpa, por tu lealtad;
tocaré para ti la cítara, Santo de Israel;
te aclamarán mis labios, Señor, mi alma, que tú redimiste;
te aclamarán mis labios, Señor, mi alma, que tú redimiste;
Y mi lengua todo el día recitará tu auxilio,
porque quedaron derrotados y afrentados los que buscaban mi daño.
porque quedaron derrotados y afrentados los que buscaban mi daño.
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