salmo-95-94
Río Paraná a su paso por San Ignacio Miní Misiones Argentina

Hay pensamientos que pueden cambiar la vida de una persona, siempre y cuando se ponen en práctica. Uno de ellos es el siguiente: Escucha, escucha atentamente y acertarás en las decisiones.
El universo habla, la naturaleza habla, los demás te hablan, todo habla…, Dios se comunica constantemente…, pero en el “corazón duro”, como dice el refrán popular “no entra bala”.
Ojalá escuche(s) hoy la voz de Dios en tu corazón, la de las personas que están a tu lado, la de la naturaleza, la del universo…, si la escuchas tu vida se transformará.
Afirmación: No endurezcáis el corazón.
Hasta mañana, paz y bien

Salmo 94

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes.
Suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.

Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto:
cuando vuestros padres me pusieron a prueba,
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.»

Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
«Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso.»

***

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One thought on “Salmo 94, ablandar el corazón, cuatro de marzo

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