Me lo dice tan tranquilo y no sé cómo tomarlo. Lo comparto con usted, querido P Gumer, a ver si está de acuerdo o no. Le transcribo la conversación: «Encuentro la alegría en la despedida. Se contentan recibiendo el Nuevo Año. Yo también. Pero también despidiendo el Año Viejo. Me contento recibiendo un Amigo o una Amiga, pero querido amigo, también me lleno gozo despidiendo a mi Amigo, a mi Amiga. Ah, por cierto, cuando despido algo o alguien, estoy haciendo espacio para recibir algo o alguien nuevo, ¿cómo no me voy a alegrar?
La Alegría va en mi corazón. Y, entonces, todo, todo lo que es mi Realidad se ve inundada por ella. Y me sale de forma natural. Alegre cuando te vas. Alegre cuando vienes. Porque no me dan satisfacciones las emociones o los vaivenes de lo aparente. Mi Dicha esta aquí dentro –se golpea suavemente el pecho– y está en todo y en todas las Realidades de mi Existencia. Pase lo que pase, venga quien venga, vaya quien se vaya, siempre en Alegría»
Le respondo: –Amigo, no sé qué decirte, solo se me ocurre lo siguiente. Gracias 2022, has sigo un Gran Año. Bienvenido 2023, eres un Gran Año. Gracias Gracias Gracias
¡¡¡¡¡Feliz y Bendecido Año Nuevo!!!!
Salmo 95
R. Alégrese el Cielo goce la Tierra
Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre,
proclamad día tras día su victoria. R/.
Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles bosque. R/.
Delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad. R/.
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