Empieza el mes de Mayo. Son treinta y un días muy especiales para la devoción popular católica, ya que por varias generaciones dedicaron a María la Madre de Jesús.
También es conocido como el mes de las flores, y cada día se ofrecía a María una flor física y/o una «flor» de forma simbólica, un detalle, una oración, un pequeño gesto de amor.
Si te quieres unir este mes de mayo hablaremos cada día de una plantita o flor material y la vincularemos con una flor espiritual- mística.
Mes especial y particular, también, por todas las circunstancias que están pasando en el planeta tierra, nuestra casa común.
Te propongo, –a parte de que recites el salmo y la jaculatoria– como oración para cada día del mes de  María la Madre de Jesús, el Ungido (el Cristo), que, además es el himno  más antiguo conocido dedicado en su honor:

Bajo tu amparo nos acogemos,
santa Madre de Dios;
no deseches las oraciones
que te dirigimos
en nuestras necesidades,
antes bien
líbranos de todo peligro,
¡oh Virgen gloriosa y bendita!
Amén.

Para conocer más sobre esta oración y las circunstancias que vivimos, haz clik aquí.
Y te propongo para hoy, primer día del mes de María, madre de Jesús, un himno que la misma María recitó de su boca, por primera vez en el siglo I de nuestra era:

En este canto precioso atribuido a María la madre de Jesús, ella expresa, en una primera parte, sus sentimientos más íntimos en su relación con Dios: «Mi alma… Mi espíritu… Mi Salvador… Me felicitarán… Ha hecho obras grandes por mí…». La gracia divina, ha penetrado con intensidad en el corazón y en la vida de María, convirtiéndola en la madre del Mesías.
Su canto es oración,  alabanza, acción de gracias, alegría…
La segunda parte tiene siete verbos, que indican otras tantas acciones de Dios, que actúa de modo permanente en la historia: «Hace proezas…; dispersa a los soberbios…; derriba del trono a los poderosos…; enaltece a los humildes…; a los hambrientos los colma de bienes…; a los ricos los despide vacíos…; auxilia a Israel»…, en fin un cántico lleno de enseñanzas.
Decreto: Su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
Paz y bien, bendiciones.
También es el día del trabajo, hoy uno de mayo, te recomiendo este artículo:
La misión en la vida: el trabajo, haz clic aquí.

CÁNTICO DE MARÍA «Magníficat»

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.

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Mayo, un mes especial bajo el manto de María, con el uno por ciento de la humanidad