San Antonio de Padua. Visto por el pintor Murillo

 San Antonio de Padua: el que busca encuentra 

Se llama Fernando. Hace algunos años, sin querer, mientras paseamos, aprovechando un descanso por el corazón de Lisboa, nos encontramos con una iglesia de San Antonio. A la entrada un letrero en portugués indica que en ese lugar sobre el que estaba construido el templo, había nacido a finales del siglo XII, el niño Fernando. Los años de su infancia, –ese era su nombre de pila– los pasa en la capital de Portugal, hasta que siendo joven entra en el monasterio de los monjes agustinos a las afueras de la capital portuguesa. Los agustinos son sacerdotes y monjes que, que siguen las enseñanzas del gran Agustín de Hipona. Allí se dedica con profundidad al estudio de la Teología y de las Sagradas Escrituras.San-Antonio-de-Padua

Eran tiempos convulsos dentro de la iglesia católica. Los curas y obispos de aquel entonces luchaban por las prebendas económicas y sociales. Los temas espirituales y religiosos eran para ellos, más bien, secundarios. En este ambiente, –en otro lugar de Europa– un joven italiano había revolucionado la estructura de la iglesia creando un grupo renovador, los llamados franciscanos, que anunciaban un cristianismo de lo sencillo, la pobreza, el contacto con Dios en la naturaleza…, y, menos estudio, menos luchas por poder y riquezas. Francisco, propugnaba una vuelta, en definitiva, al Evangelio original.

Fernando se enamora de este nuevo camino, abandona a los agustinos pasando a la comunidad de sacerdotes y frailes que siguen el nuevo espíritu iniciado por Francisco de Asís, a los franciscanos. Entró en un convento dedicado a un famoso santo, llamado  San Antonio Abad. Al entrar a formar parte de los llamados franciscanos decidió cambiar su nombre de pila, Fernando, por el de Antonio.

A partir de entonces, empieza a predicar, a anunciar, el evangelio más puro, más auténtico, sin tantas especulaciones. Era muy elocuente. Predica por toda Europa, sobre todo en Italia. Vive muchos años en Padua, de ahí que se le denomine San Antonio de Padua.

El año de su fallecimiento el trece de junio, por eso se celebra su fiesta ese día, era ya famoso por sus milagros, santidad y por algunos signos extraordinarios, como el de la bilocación.

El responso de San Antonio es uno de los poemas más recitados y conocidos en el mundo cristiano.

Te invito a rezar otra sencilla oración, distinta del ya famoso responso,  durante esta semana que sigue a su fiesta:

Oh Dios que por medio de Antonio de Padua abriste las puertas a muchas personas, a lo largo de la historia, para que pudiesen encontrar lo que buscaban. Ayúdanos a buscar y desear siempre los dones que nos den la paz y la felicidad; ayuda a todas las personas a que recorran los caminos del mundo con la misma humildad y sencillez que lo hizo Antonio de Padua, siendo sembradores de la paz y el bien. Amén

Para el Responso de San Antonio,

Responso de san Antonio

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