Fin de año, cerrando puertas
Una propuesta irreal
Cada fin de año millones de personas se proponen un cambio .
Cada fin de año millones de personas comprueban que muchos de los propósitos del anterior se quedaron “en aguas de borraja”, «a medio camino».
¿Es lo que te pasa a ti?
Si respondes que sí, en el nivel de energía se abre una línea en el tiempo. Estás enviando un mensaje al Universo que queda incompleto, dejando abierta una brecha o fuga de energía.
Esto pasa también, en la medida que vas acumulando años y experiencias a tu vida: en las relaciones personales con la familia, los amigos, los compañeros de trabajo, las relaciones sentimentales…
Las puertas entreabiertas
Vas dejando puertas entreabiertas que te impiden la evolución como persona. Lo intentas una y otra vez pero no logras avanzar. Un ejemplo concreto se da cuando tienes un novi@ y nunca terminas de “dejarl@” del todo y al empezar una nueva relación la comparas constantemente con la antigua. O cuando empiezas a crecer y sigues cumpliendo años pero no te desapegas de tu familia, de tu padre, de tu madre; no logras la independencia total de ellos, en muchas ocasiones ni tan siquiera a nivel material y económico. ¿Qué decir de la independencia emocional?
Estas fugas energéticas de puertas abiertas te paralizan. Es como vivir en la película El día de la marmota, donde los días son siempre el mismo día. El tiempo no pasa abriéndose un impasse interminable. Te sientes inútil. El mundo no te entiende. El universo parece que conspira contra ti, todo te sale mal. Se cierran las puertas a las nuevas posibilidades, al cambio, a una nueva vida. Entonces te vuelves a refugiar, una y otra vez, en el pasado, en los recuerdos, en emociones vividas. O te sientes atrapado en el pasado y te “te victimizas”, diciendo: “no sirvo para nada”, “nadie me entiende” , ¿por qué me pasa esto a mí?…
Una propuesta Real
Así, poco a poco, te alejas de lo único real: el momento presente. Esto te hace desagradecido con el don de la vida, amarga tu corazón y nubla tu esperanza en el futuro. Un humo energético te envuelve, cegándote y pesándote, hasta que te sientes como un zombi, arrastrando los pies con cada paso.
Pero no tiene por qué ser así. Se termina el año, y con él llega una nueva oportunidad para renovarte. Es el momento de cerrar puertas viejas y abrir nuevas ventanas a la realidad y al aire puro de la Vida.
Reflexiona: ¿Qué puertas necesitas cerrar para caminar ligero hacia el futuro? Tómate un momento, haz una lista, agradece lo aprendido, y suelta lo que ya no te sirve.
Hazlo, paso a paso. Proyecta poco, concreto, y real. Cumple lo que te propongas con amor y constancia. Insisto Hazlo. Empieza. Camina. Reconoce lo que necesitas soltar, agradece lo que has vivido y atrévete a mirar hacia adelante. Proyecta poco, concreto y real. ¡Cúmplelo!
Recuerda, ¡las puertas que abriste con amor, es sano que las cierres con amor!
Te recomiendo esta oración para cerrar y abrir puertas, haz clic aquí.
¡Desde el corazón, te deseo un feliz año nuevo lleno de esperanza, propósito y renovación!
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Gran artículo, invita a la reflexión. Abrazo.