Cada día de la novena puedes comenzar  y terminar de esta forma:
Oh Dios, por intercesión del Arcángel Gabriel y sus ángeles, ilumina mi mente y mi corazón para discernir y ver la realidad. Amén.

Recita las palabras que dijo por primera vez el arcángel Gabriel a María, la madre de Jesús: Ave María, llena de Gracia, el Señor está contigo. Bendita eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Amén

Día 3: Lectura del Profeta Daniel 8, 1-27:
El año tercero del rey Baltasar, yo, Daniel, tuve una visión, después de la que ya había tenido. 
Contemplaba en visión que me encontraba en Susa, capital de la provincia de Elam, y contemplaba en visión que me encontraba junto al río Ulay. 
Alcé la vista y vi junto al río, en pie, un carnero de altos cuernos, uno más alto y detrás del otro. 
Vi que el carnero embestía a poniente, a norte y a sur, y no había fiera que le resistiera, ni quien se librase de su poder; hacía lo que quería, alardeando. 
Mientras yo reflexionaba, apareció un macho cabrío que venía de poniente, atravesando toda la tierra sin tocar el suelo; tenía un cuerno entre los ojos.
(…) 
Entonces oí a dos santos que hablaban entre sí. Uno preguntaba: ¿Cuánto tiempo abarca la visión de los sacrificios cotidiano y expiatorio, de la desolación del santuario y del ejército pisoteado? El otro contestaba: Dos mil trescientas tardes y mañanas; después el santuario será reivindicado.
 Yo, Daniel, seguía mirando y procurando entender la visión cuando apareció frente a mí, en pie, una figura humana. Oí una voz humana junto al río Ulay que gritaba: Gabriel, explícale a éste la visión. 
Se acercó a donde yo estaba, y al acercarse caí espantado de bruces; pero él me dijo: Hombre, has de comprender que la visión se refiere al final.
Mientras él hablaba, seguí de bruces, aletargado; él me tocó y me puso en pie. Después me dijo: Yo te explicaré lo que sucederá en el tiempo final de la cólera; porque se trata del plazo final.
(…)
La visión en que hablaban de tardes y mañanas es auténtica. Pero tú sella la visión, porque se refiere a un futuro remoto.
Yo, Daniel, estuve enfermo unos días; cuando me levanté, me puse a despachar los asuntos del rey, pero seguía perplejo, sin comprender la visión.

Traducción de Biblia de Nuestro Pueblo.

Reflexión: Gabriel y sus ángeles hablan, se comunican, están atentos a enviar los mensajes apropiados para los seres humanos, para ti, para mí.
Es buen momento para que te familiarices con ellos, con Gabriel  y sus ángeles. Tenlos en cuenta, -como lo hizo el profeta Daniel-, para aclarar los misterios de tu misión en la tierra. Ellos están prontos.
Todo tiene sentido en lo que pasa en el mundo, en el universo, en tu vida, en la de cada ser humano, en la tuya y en la mía.
Con ayuda de Gabriel y sus ángeles los caminos pueden adquirir más luz, más claridad.
También para pedir ayuda a alguien que no tiene claro su camino se le puede decir con las mismas palabras que pronuncian en el libro de Daniel: ¡Gabriel, explícale la visión!.

Minutos de silencio y de diálogo con Dios.

Ahora puedes hacer las oraciones del principio:
Di tres veces:
Oh Dios, por intercesión del Arcángel Gabriel y sus ángeles, ilumina mi mente y mi corazón para discernir y ver la realidad. Amen. Amen. Amen.

Recita las palabras que dijo por primera vez el arcángel Gabriel a María, la madre de Jesús: Ave María, llena de Gracia, el Señor está contigo. Bendita eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Amén

ORACIÓN FINAL

Oh Dios, Padre, llamo a las puertas de tu co- razón con la confianza de hijo, recordando y re- conociendo que tu arcángel Gabriel anunció a María que iba a ser la Madre de Jesús. Ilumina mi inteligencia, ayúdame a reconocer los mensajes que tú nos envías desde el cielo por medio de los ángeles y de otros intermediarios.Dame la fuerza para llevarlos a cabo en la vida cotidiana sin miedo y con alegría. Háblame a través de los sueños, enséñame a discernir los mensajes. Concédeme por intercesión del Arcángel Gabriel y de sus ángeles, si es para bien (puede pedirse alguna gracia o lo que consideres oportuno). Por Jesucristo tu Hijo que es Dios y hombre. Amen. Amen. Amen.

Esta novena está basada en el libro Tomado del libro, G. MEIRIÑO FERNÁNDEZ, Cómo se hace una Novena. Una visita al Cielo, De Oriente a Occidente, 2014, pp. 98-102; ISBN 978-987-1621-16-3

Para el día cuatro de la Novena ...Sigue leyendo

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