Foto Bety
Peregrinas en el Camino de Santiago, imagen de  Beatriz Pérez  Paradela

Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño».
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El nombre del Señor. Cuando decimos un nombre, lo identificamos con una persona que tiene un cuerpo, una forma de pensar…, cuando decimos el nombre de Dios, hemos de ser conscientes porque estamos diciendo una Palabra Sagrada. A lo mejor tendríamos que ponernos de rodillas, cada vez que la citemos.
Por eso, hoy repite varias veces la palabra: Dios,  …, pero las veces que lo digas, que sea de forma consciente para que el nombre del Señor sea bendito…, a El no le cambia, a ti te engrandece y ennoblece. Y si estás en lo escondido y nadie te ve, cada vez que lo hagas en tu habitación, ponte de rodillas.
Afirmación para hoy: Bendito sea el nombre de Dios.
Hasta mañana, paz y bien.

Salmo 112

Alabad, siervos del Señor,
alabad el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre:
de la salida del sol hasta su ocaso,
alabado sea el nombre del Señor.

El Señor se eleva sobre todos los pueblos,
su gloria sobre los cielos.
¿Quién como el Señor Dios nuestro,
que se eleva en su trono
y se abaja para mirar
al cielo y a la tierra?

Levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para sentarlo con los príncipes,
los príncipes de su pueblo;
a la estéril le da un puesto en la casa,
como madre feliz de hijos.

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