Cecilia comenta: –Me encantó el artículo sobre los ángeles. Me gustaría alguna vez hablar con mi angel.
Le saludo y le pregunto:- Hola Cecilia, pues habla con él…, ¿quién te lo impide?
Ella levanta la vista al cielo y dice:- Sí, sí, le hablo, le hablo…pero no me contesta.
Sigo con preguntas: – ¿Será que hablan en lengua distinta? ¿Qué lenguaje crees que emplean? A lo mejor habla un idioma diferente, que no entiendes.
Ella entonces con cara de buena dice: –Creo que siempre me da señales.
¿Señales?- respondo admirado
–Sí, sí me dan señales, ¡son increíbles!. Desde que medito me dan muchas señales…,gracias a Dios.
Justo ese mismo día leía la aventura de Felipe que escuchó la voz de un ángel que le dijo: – «Ponte en camino hacia el Sur, por la carretera de Jerusalén a Gaza, que cruza el desierto.» Y Felipe se puso en camino a la carretera que cruz el desierto, presto y raudo. Uno se pregunta: ¿A una carretera que cruza el desierto?, ¿qué podría hacer allí Felipe?.

Los ángeles hablan -lo tengo por cierto- un idioma que se escucha en el silencio (Cecilia dice que le dan señales, en la meditación), en el corazón puro, en la mente limpia. Como el de Felipe: ¿Quién le haría caso a una persona que te envía a una ruta que cruza un desierto, ¿para qué?, ¿con qué sentido …?
Pero Felipe entendió claramente el mensaje y se fue a ese lugar donde se encontró con un hombre que estaba orando pidiendo ayuda para entender los misterios de Dios en su vida.
Ahora bien, el hablar y escuchar a los ángeles no significa que todo sea color de rosas, que ellos hagan lo que tú tienes obligación de hacer, ni que el camino que te queda por delante sea siempre fácil, cómodo y llano. ¡Eso, no!
Sí, sabrás, que no lo recorres solo. ¡Eso sí!, lo “sentirás” con cada aliento de tu respiración y te darás cuenta de que caminas acompañado.
Conversa con tu ángel. Aprende a escucharlo, a captar sus mensajes, sus indicaciones, sus observaciones. Estáte atento, como Cecilia, como Felipe, como millones de personas que han percibido las señales que ellos envían. Sí, quizás el idioma más usado por ellos sean las señales.

Escúchalo en voz del autor:

Gumersindo Meiriño Fernández

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