
Les dijo Jesús: «Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se pondrán a la mesa en el Reino de Dios. «Y hay últimos que serán primeros, y hay primeros que serán últimos.«
+++
Decía alguien que todos somos «enfermos en libertad condicional». El salmista enfermo dirige un clamor angustioso: el de la soledad ante la muerte. Al borde de la muerte (ya está inscrito en el libro de los difuntos) y, lo que es peor, completamente solo y abandonado porque Dios le ha llevado a esta situación límite. Se abre el camino a la súplica humilde, al grito clamoroso y desesperado …
Oramos, con este salmo, con y por todos los enfermos y por todos los que están pasando la prueba de la enfermedad y el dolor.
Decreto: Señor, Dios mío, de día te pido auxilio, de noche grito en tu presencia.
o también: todo el día te estoy invocando, tendiendo las manos hacia ti
Paz y Alegría, feliz jornada.
¡Qué maravilla ver como los animales domésticos acompañan a los enfermos y personas en soledad; hoy celebramos y recordamos a san Antón, el protector de los animales, haz clic aquí.
Puedes escucharlo en voz del autor:
Salmo 87
Señor, Dios mío, de día te pido auxilio,
de noche grito en tu presencia;
llegue hasta ti mi súplica,
inclina tu oido a mi clamor.
Porque mi alma está colmada de desdichas,
y mi vida está al borde del abismo;
ya me cuentan con los que bajan a la fosa,
soy como un inválido.
Tengo mi cama entre los muertos,
como los caídos que yacen en el sepulcro,
de los cuales ya no guardas memoria,
porque fueron arrancados de tu mano.
Me has colocado en lo hondo de la fosa,
en las tinieblas del fondo;
tu cólera pesa sobre mí,
me echas encima todas tus olas.
Has alejado de mí a mis conocidos,
me has hecho repugnante para ellos:
encerrado, no puedo salir,
y los ojos se me nublan de pesar.
Todo el día te estoy invocando,
tendiendo las manos hacia ti.
¿Harás tú maravillas por los muertos?
¿Se alzarán las sombras para darte gracias?
¿Se anuncia en el sepulcro tu misericordia,
o tu fidelidad en el reino de la muerte?
¿Se conocen tus maravillas en la tiniebla
o tu justicia en el país del olvido?
Pero yo te pido auxilio,
por la mañana irá a tu encuentro mi súplica
¿Por qué, Señor, me rechazas
y me escondes tu rostro?
Desde niño fui desgraciado y enfermo,
me doblo bajo el peso de tus terrores,
pasó sobre mí tu incendio,
tus espantos me han consumido:
me rodean como las aguas todo el día,
me envuelven todos a una;
alejaste de mí amigos y compañeros:
mi compañía son las tinieblas.
***
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete
Te puede interesar, protección de los animales, y en el segundo enlace, la importancia del pasado, del futuro y del ¡presente!
San Antón: Patrono de los Animales Domésticos
Pasado, Presente y Futuro