
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor.
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El ser humano llega a ser feliz, grande, importante, en la misma medida que descubra su realidad espiritual y, al mismo tiempo, cuida con delicadeza, afán y desapego, su realidad material.
Cuando lo haces así no te sientes sol@ nunca porque descubres que caminan seres amorosos y a nivel espiritual, ángeles, seres espirituales, atentos a tu voz, a tu pasos, a tus palabras.
Puedes repetir este decreto: “El ángel del Señor acampa a mi lado“.
Bendiciones, hasta mañana.
Hoy puedes hacer el segundo día del Triduo para la Gran Fiesta de la Natividad de María (cumpleaños) la madre de Jesús, haz clic aquí.
Escúchalo
Salmo 33 A
Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca.
Yo me siento orgulloso del Señor:
que lo escuchen los humildes y se alegren.
Glorifiquen conmigo al Señor,
todos juntos alabemos su Nombre.
Consulté al Señor y me respondió
librándome de todos mis temores.
Mírenlo y quedarán radiantes,
sus rostros no se sonrojarán.
Este pobre clamó y el Señor lo escuchó,
liberándolo de todas sus angustias.
El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles y los protege.
Gusten y vean qué bueno es el Señor:
¡Feliz quien se refugia en él!
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