Jesús dijo a sus discípulos:La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas.
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El salmista eleva una súplica sincera al Señor en tiempos de angustia y desesperación. El salmista expresa su dolor y preocupación por la aparente ausencia de Dios y el triunfo de sus enemigos. A pesar de su sufrimiento, confía en la misericordia divina y espera con fe que el Señor le brinde ayuda y alegría, llevando su alabanza y gratitud.
Todo lo que pasa a tu alrededor, todo lo que ves, pisas, vives…, todo lo puedes ver desde unos ojos con luz o dormido o con vista negra. ¿Cómo miras la realidad? No te duermas en la muerte.
Salmo breve y jugoso.
Jaculatoria: Da luz a mis ojos.
Paz y bien, bendiciones.
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Salmo 12
¿Hasta cuando, Señor, seguirás olvidándome?
¿Hasta cuando me esconderás tu rostro?
¿Hasta cuando he de estar preocupado,
con el corazón apenado todo el día?
¿Hasta cuando va a triunfar mi enemigo?
Atiende y respóndeme, Señor, Dios mío;
da luz a mis ojos
para que no me duerma en la muerte,
para que no diga mi enemigo: «le he podido»,
ni se alegre mi adversario de mi fracaso.
Porque yo confío en tu misericordia:
alegra mi corazón con tu auxilio,
y cantaré al Señor por el bien que me ha hecho.
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